Nació en las cercanías de Atenas, en la región de Ática, durante la
segunda mitad del siglo V a. C., en el seno de una familia acomodada. Su
infancia y juventud transcurrieron durante la Guerra del Peloponeso (431-404 a.
C.), en la que participó formando parte de las fuerzas ecuestres.
Recorrido de Jenofonte y la Expedición de los Diez Mil.
Fue discípulo de Sócrates y escribió diálogos inspirados en su
persona. Durante el gobierno de los Treinta Tiranos, Jenofonte se unió a una
expedición de mercenarios griegos a Persia conocida como la Expedición de los
Diez Mil, contratados por el príncipe persa Ciro el Joven (con quien trabó
amistad), que se enfrentaba con su hermano mayor Artajerjes II, el rey de
Persia. A la muerte de Ciro en la batalla de Cunaxa, la expedición quedó
abandonada a su suerte, por lo que se tuvo que abrir paso a través de 1.500 km
de territorio hostil hasta conseguir volver a Grecia.
El relato de Jenofonte sobre esta expedición lleva por nombre Anábasis
y es su obra más conocida. Alejandro Magno consultó durante su invasión al
Imperio aqueménida este excelente escrito, que lo ayudó incluso a tomar serias
decisiones en el ataque y asedio a diferentes ciudades y fortificaciones.
Tras regresar a Grecia, Jenofonte entra al servicio del rey espartano
Agesilao II, que comandaba un cuerpo expedicionario griego para proteger las
ciudades griegas de Asia Menor de los persas (396 a. C.).
Sin embargo, la alianza griega pronto se rompió y en el 394 a. C. tuvo
lugar la batalla de Coronea, en la que Esparta se enfrentó a una coalición de
ciudades griegas de la que formaba parte Atenas. Jenofonte tomó parte en la
batalla, al servicio de Agesilao, por lo que fue desterrado de su patria. En
cualquier caso, los espartanos le distinguieron primero con la proxenía
(honores concedidos a un huésped extranjero) y más tarde con una finca en
territorio eleo, en Escilunte, cerca de Olimpia, en la que comenzó a escribir
parte de su prolífica obra. Aquí se le unieron su esposa, Filesia, y sus hijos,
los cuales fueron educados en Esparta.
En el 371 a. C. se libró la batalla de Leuctra, tras la cual los eleos
recuperaron los territorios que les habían sido arrebatados previamente por
Esparta, y Jenofonte tuvo que trasladarse a Corinto. Al tiempo, el poder
emergente de Tebas originó una nueva alianza espartano-ateniense contra Tebas,
por lo que le fue levantada la prohibición de volver a su patria. Sin embargo,
no hay evidencia de que Jenofonte retornara a Atenas.
Jenofonte es considerado por algunos autores, entre ellos Jacob
Burckhardt, como partícipe de la idea del panhelenismo, ya que, a pesar de su
simpatía por Esparta en detrimento de Atenas, apoyó la idea de unir
políticamente todas las polis griegas.
Obra:
En sus obras se manifiesta hostil hacia la democracia ateniense y se
orienta hacia formas más autoritarias, como las que conoció en Esparta y en
Persia.
Históricas y biográficas:
Anábasis, Ciropedia (semblanza del rey persa Ciro II el Grande de intención
moralizante), Helénicas (historia de la Guerra del Peloponeso que continúa la
obra inacabada de Tucídides), Agesilao, La Constitución de los atenienses.
Socráticas y diálogos: Memorables,
Económico, El banquete, Apología de Sócrates, Hierón.
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